El Judo se arraigó en Andalucía en la década de 1960, con Cádiz, Málaga y Sevilla como provincias pioneras. Su crecimiento fue orgánico, impulsado por maestros carismáticos y familias que transmitieron su pasión de generación en generación, forjando una identidad regional muy sólida.

**Sevilla:** El Maestro Miguel Real Durán fue el pionero indiscutible, clave en la expansión del judo en la comarca del Aljarafe. Sus enseñanzas crearon una escuela sevillana de judo reconocida en toda España por su nivel técnico y formativo.

**Cádiz:** La historia está unida a la familia Calvo y a la memoria del joven judoka Raúl Calvo. Tras su trágico fallecimiento, su hermano Carlos fundó el icónico Gimnasio Raúl Calvo, un bastión del judo gaditano durante más de 50 años. Este gimnasio se convirtió en un símbolo de superación y dedicación, formando a generaciones de judokas que han representado a Andalucía y España en competiciones nacionales e internacionales.

**Málaga:** El desarrollo fue fruto de varias figuras, como Francisco Rodríguez López, primer judoka andaluz olímpico (Los Ángeles 1984), y Miguel Ángel Arias, fundador del prestigioso Club Deportivo Arias Judo. Málaga ha sido cuna de numerosos campeones nacionales y ha mantenido una presencia constante en la élite del judo español.

La tradición andaluza del judo se caracteriza por su enfoque en los valores tradicionales del Bushidō, la formación integral de los judokas desde edades tempranas y el fuerte sentido de comunidad que se crea en los dojos. Esta filosofía ha convertido a Andalucía en una de las regiones más exitosas del judo español.